Elaboramos tres nuevos modelos geológicos, donde aparecen 26 orogenias, el proceso de constitución de montañas, que dejó una huella en la arquitectura actual, describieron los autores, quienes consideraron que muchas de ellas, pero no todas, están relacionadas con la creación de supercontinentes.
Permiten renovar los mapas de placas tectónicas y el establecimiento de regiones que se encuentran en los libros de texto de las aulas, afirmaron, mientras aseguraron que ese ensamblado a partir de imágenes topográficas y de sismicidad global no se actualizaba desde 2003.
Este modelo de placa –añadieron- incluye varias microplacas, incluida la Macquarie que se encuentra al sur de Tasmania y la Capricornio que separa las india y australiana.
Para enriquecerlo aún más agregamos información sobre los límites de las zonas de deformación: los modelos anteriores las mostraban como áreas discretas en lugar de zonas anchas, subrayó el doctor Derrick Hasterok.
«Los mayores cambios en el modelo de placa se produjeron en el oeste de América del Norte, que a menudo tiene el límite con la del Pacífico dibujado como las fallas de San Andrés y Queen Charlotte», contó el experto, quien dirigió el estudio.
Pero el límite recién delineado es mucho más ancho, aproximadamente mil 500 kilómetros, que la anterior zona estrecha descrita, aclaró el profesor del departamento de Ciencias de la Tierra de la australiana Universidad de Adelaide.
El otro cambio está en Asia central, describió, y aseveró que el modelo ahora incorpora las zonas de deformación al norte de la India a medida que la placa se abre camino a Eurasia.
El de placas tectónicas explica mejor la distribución espacial del 90 por ciento de los terremotos y el 80 de los volcanes de los últimos dos millones de años, cuando los existentes solo capturan el 65 por ciento de los primeros, remarcó.
El trabajo confirmó que las zonas límite de las placas representan casi el 16 por ciento de la corteza terrestre y una proporción aún mayor, el 27, de los continentes.
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