El director del Centro de Dignificación Humana, Luis García, dijo que ahora son como seis mil pero pueden llegar a 20 mil en algún momento si el gobierno de Estados Unidos no se pone de acuerdo con los emisores de migrantes y le buscan una solución a las causas del éxodo.
Admitió que el Instituto Nacional de Migración de México entregó documentos hasta ayer a unos 650 migrantes de la caravana que salió el lunes de Tapachula, pero eso no frenará la marcha, la cual seguirá su camino mañana para cubrir el tramo desde Huixtla a Mapastepec con la cantidad de personas que sea.
Creo que seremos cinco mil, tal vez un poco más o un poco menos, pero vamos a seguir caminando porque ya se colapsó la oficina que el INM tiene en la aduana de Cerro Gordo, ubicada a pocos kilómetros de Huixtla, donde se encuentran varios miles de extranjeros, en espera de ser atendidos, informó.
Un grupo de mujeres, niños y minusválidos permanecerá en Huixtla esperando que el INM les entregue los documentos para transitar hacia el norte del país, al tiempo que otro contingente reanudará la caravana. Un tercer grupo está compuesto por las personas que ya recibieron o están recibiendo los documentos.
El vocero sostuvo que la decisión de caminar es para que se visibilice lo que está ocurriendo; que si las autoridades detienen a los migrantes sin respetar los documentos vamos a mostrar lo que ocurre con la población migrante en la frontera sur y eso tiene que repercutir en la norte.
Consideró que el hecho de realizar la caravana simultáneamente a la Cumbre de las Américas tiene impacto, ya que tenemos más cobertura con corresponsales nacionales e internacionales que la misma Cumbre. Creemos que esto ha llegado a los oídos de todos, señaló.
Expresó que el mensaje a la Cumbre es muy claro: la Guardia Nacional de México nos ha dejado pasar, indicó y que Biden debe llegar a un punto de encuentro y afinidad con los gobiernos de la región porque en unos meses las caravanas serán de 20 mil o más personas.
Criticó el aviso-amenaza del subsecretario de Estados Unidos para América Latina, Brian Nichols, quien les dijo que la frontera está cerrada, así que no se arriesguen a cruzarla de manera irregular, e insistió: «Le digo a esta gente que no arriesgue sus vidas en una jornada larga que no va a resultar en la entrada a Estados Unidos».
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