Según adelantó su despacho, el gobernante anunciará este jueves nuevas propuestas económicas que permitirían a las familias de más bajos ingresos comprar sus propias viviendas.
El plan, considero por sus opositores como pura palabrería y un refrito de políticas anteriores, permitiría además a las personas que reciben beneficios del Estado presentar esos fondos como ingresos al solicitar una hipoteca al banco.
En las próximas semanas el gobierno presentará otras reformas para ayudar a la gente a reducir los costos en todas las áreas de gastos hogareños, desde la comida y el cuidado infantil hasta el transporte y la vivienda, tiene previsto decir Johnson en un discurso este jueves en Lancaster, Inglaterra.
El primer ministro británico sobrevivió el lunes pasado a una moción de censura promovida por un grupo de diputados conservadores que buscaban sacarlo del cargo tras el escándalo de las fiestas ilegales celebradas en su residencia oficial durante la cuarentena por la pandemia de Covid-19.
Aunque Johnson consiguió el respaldo de 211 de los 359 miembros de su bancada, el hecho de que 148 votaron en contra lo deja en una posición muy difícil para gobernar en medio de la crisis económica actual, por lo que para sus detractores, los anuncios tienen cierto tufillo populista.
Toby Lloyd, quien era consejero de vivienda en el gobierno de la también conservadora Theresa May cuando se desechó un plan similar, consideró que volver ahora sobre lo mismo parece más una declaración de posicionamiento político en busca de titulares en la prensa, y no una política debidamente trabajada.
Las asociaciones de viviendas no pertenecen al Estado, ni son propiedad del gobierno, así que no le corresponde darlas, aseguró el exfuncionario, citado por el diario The Guardian.
La diputada laborista Tulip Siddiq, quien se desempeña como ministra de Economía en el llamado gabinete a la sombra (opositor), apuntó, por su parte, que al gobernante conservador se le acabaron las ideas, y pretende desconocer que el crecimiento económico del Reino Unido se detendrá el año próximo.
Tenemos un primer ministro tan iluso que piensa que tener dos quintas partes de sus propios diputados en contra es un buen resultado, remarcó.
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