La Acnur hizo la aclaración al intervenir este viernes en un tribunal londinense donde se ventila una demanda interpuesta por organizaciones humanitarias y de derechos humanos y cuatro refugiados para detener el primer vuelo con destino a Kigali, previsto para el martes próximo.
Según trascendió durante la audiencia, en la notificación enviada a los primeros migrantes que se serían deportados, el ministerio británico del Interior aseguró que la agencia de la ONU estaba “directamente involucrada” en el controvertido esquema.
La abogada Laura Dubinsky aclaró, sin embargo, que la Acnur en ningún momento apoyó el acuerdo entre Londres y Kigali, y que en sendas reuniones celebradas en abril pasado en esas capitales cuestionó la legalidad del proyecto.
Bajo esquema sellado por los gobiernos británico y ruandés, los migrantes que lleguen a territorio británico como polizontes o a bordo de botes de goma a través del canal de La Mancha serían enviados al país africano a la espera de que se procesen sus solicitudes de asilo.
Los funcionarios de la ONU y grupos defensores de los derechos humanos como Care4Calais y Detention Action consideran que el plan, por el cual Ruanda recibiría 158 millones de dólares) es inviable, inhumano y un derroche del dinero de los contribuyentes británicos.
Hemos hablado con alrededor de un centenar de personas detenidas a las que le dijeron que serían deportadas y casi todas están desesperadas y en shock, afirmó Clare Moseley, fundadora de Care4Calais, quien dijo esperar que la corte ordene detener el vuelo de la semana próxima.
Durante el primer día de la audiencia el gobierno reveló que canceló la deportación de tres de los cuatro refugiados demandante, pero advirtió que tiene intenciones de enviar a Ruanda a un número indeterminado de migrantes.
El primer ministro conservador británico, Boris Johnson, declaró días atrás que el Ejecutivo está preparado para enfrentar en la corte con los abogados “izquierdistas” que pretenden frenar sus planes para desalentar a los migrantes.
El líder del opositor Partido Laborista, Ker Starmer, calificó el esquema como un intento cáotico del gobierno para desviar la atención de los problemas que enfrenta, y aseguró que no resolverá el problema de la migración irregular.
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