Al término de la segunda jornada de esta cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC), su vocero, Daniel Pruzin, precisó además que se percibe algún adelanto en seguridad alimentaria, un asunto de gran importancia.
Existe cierto ambiente de optimismo, pero prudente, afirmó el funcionario acerca de las tratativas de los representantes de los 164 países miembros del organismo, en las se espera concluyan el miércoles con acuerdos en esas y otras cuestiones, entre ellas la propia reforma del máximo instrumento rector del intercambio comercial en el orbe.
En cuanto a las negociaciones sobre eliminación global de subvenciones a la pesca, algo que se negocia desde hace más de 20 años en la OMC, pero en lo que un posible acuerdo se ve próximo, Pruzin refirió a los periodistas que persisten controversias en cómo abolir las que se conceden al combustible, cuestión a la cual se opone España.
Agregó que hay también diferencias en qué tipo de pesca podría todavía recibir subsidios, por ejemplo, la artesanal, o la de países en los que ese sector supone una pequeña parte del total mundial, aunque falta concretar las cifras en torno a estas exenciones.
Analistas coinciden en que para que se logre un avance significativo de todos los temas en discusión en las conferencias ministeriales de la OMC, es necesaria la existencia de un sistema multilateral que posibilite reducir las asimetrías que han subsistido durante décadas.
Concuerdan además en que es necesario que la cuestión del desarrollo, de gran interés para los países del Sur, adquiera definitivamente la prioridad que merece en estas cumbres.
Asimismo, recalcan que las naciones ricas deben, en lugar de tratar de imponer sus intereses a las subdesarrolladas, tener la suficiente voluntad política que contribuya a solucionar estas cuestiones que han afectado el funcionamiento de la organización y debieron resolverse hace tiempo.
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