«Ese ciudadano (Assange) debería estar recibiendo un Premio Nobel, ese ciudadano debería estar recibiendo un Óscar de decencia y coraje porque -denunció al planeta-, un país espiando a otro país», señaló Lula en un evento del Partido de los Trabajadores (PT) en Maceió, capital del estado de Alagoas (nordeste).
El precandidato presidencial del PT preguntó «qué crimen cometió Assange. Es el crimen que todos ustedes cometieron: dijeron la verdad», recalcó.
Para Lula, el fundador de WikiLeaks mostró que Estados Unidos, «a través de su departamento de investigación, a través de su Departamento de Estado, de la CIA, estaba espiando a muchos países del mundo e incluso a la (ex)presidenta Dilma Rousseff. Denunció las estafas realizadas en el país más importante del planeta», reiteró.
Detalló que Washington «todavía tuvo el valor de pedir disculpas a (la excanciller alemana) Ángela Merkel, pero no tuvo el valor o no sintió la necesidad de pedir disculpas a Brasil», prosiguió.
Según el exgobernante, los verdaderos criminales son los espías de Estados Unidos que tuvieron sus actividades filtradas por WikiLeaks.
«Si alguien cometió un crimen, fue quien, en nombre de Estados Unidos, estaba espiando al planeta Tierra, espiando a otros países, incluso espiando a nuestra (empresa petrolera) Petrobras, incluso accionando nuestra Petrobras luego del descubrimiento del presal (áreas profundas de reservas petrolíficas)», finalizó.
El ciberactivista australiano está encerrado en una cárcel de máxima seguridad de Reino Unido desde que Ecuador le retiró en 2019 el asilo político otorgado siete años antes y permitió que la policía lo arrestara en su embajada en Londres.
Assange enfrenta 17 cargos en Estados Unidos en virtud de la Ley de Espionaje por filtrar documentos clasificados en 2010 y 2011 y que, según el Gobierno de esa nación, infringieron la ley y pusieron en peligro vidas.
Entre otros detalles, los documentos de WikiLeaks revelaron que el ejército estadounidense mató a cientos de civiles durante la guerra de Afganistán en incidentes no revelados anteriormente.
De ser juzgado y declarado culpable por un tribunal norteamericano, el comunicador podría ser condenado a 175 años de prisión.
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