La esperada feria, considerada el mejor momento para adquirir alguna de las 300 variedades de la exquisita fruta que existen en Dominicana, en esta ocasión contó con disímiles iniciativas.
Según los organizadores, los bajos precios permitieron a la población adquirir los productos, hubo paseos por fincas productoras, encuentros populares con artistas invitados, actividades recreativas y concursos tradicionales como “Él come mango”.
Este año tuvo la particularidad que fueron creadas áreas infantiles con juegos donde los niños se divierten.
En este año Estados Unidos, Reino Unido y otros países expusieron la producción de sus respectivos territorios y las experiencias en el cultivo y comercialización con República Dominicana.
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