Ante la prensa, el mandatario describió la difícil situación económica del pueblo con la imagen de personas aferrándose a su último aliento pese a las acciones implementadas por el gobierno para solventar la crisis.
En ese sentido, Yoon instó a los funcionarios a tomar decisiones adicionales para proteger a los grupos vulnerables por la escalada de los precios, que, justificó, se debe a los crecientes tipos de interés a nivel mundial.
La víspera, los precios minoristas de la gasolina y el diésel en surcorea alcanzaron su máximo histórico al superar los dos mil 100 wones, el equivalente a un dólar y 62 centavos por litro.
Con el objetivo de contrarrestar la situación, el gobierno anunció recortes impositivos adicionales sobre el combustible y mayores tasas de deducción del impuesto sobre la renta por el uso del transporte público, de acuerdo con la agencia de noticias Yonhap.
También, el Banco Central de surcorea anunció a fines de mayo un nuevo aumento de las tasas de interés para enfrentar, según pronósticos, un posible incremento de la inflación en niveles superiores a los máximos registrados desde 2008.
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