Por primera vez el Informe sobre el Estado de la Población Mundial se refiere a este aspecto base en el ejercicio de los derechos humanos e incluye a hombres, mujeres, niños y niñas.
Contempla además a las personas con orientación sexual o expresión de género que rompen con la heteronormatividad, así como de diferentes etnias, color de piel, creencias religiosas, nacionalidades o condición de discapacidad.
De acuerdo con el documento, la vulneración del derecho a la autonomía corporal toma diversas formas como la violación, la mutilación genital femenina, la negación del acceso a la educación integral de la sexualidad y la esterilización forzada.
Otros problemas tienen que ver con las pruebas de virginidad, el matrimonio infantil y el forzado; los asesinatos por honor, la violación conyugal, incluso las leyes que obligan a casarse con el violador.
Este control sobre los cuerpos, principalmente de mujeres y niñas, ha sido un mecanismo patriarcal para ejercer poder, y se sustenta en normas sociales y leyes que privan a la víctima de autonomía a todos los niveles, sostiene el texto.
Además, limita sus posibilidades de tomar decisiones propias, informadas en materia de sexualidad, salud y reproducción.
El Informe sobre el Estado de la Población Mundial 2021 del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), titulado ‘Mi cuerpo me pertenece. Reclamar el derecho a la autonomía y la autodeterminación’ fue presentado este miércoles con un llamado a la acción, a que cada persona tenga el poder de decidir acerca de su cuerpo y su futuro.
‘La negación de la autonomía corporal es una violación de los derechos humanos fundamentales de las mujeres y las niñas que refuerza las inequidades y perpetúa la violencia derivada de la discriminación por razón de género’, aseguró la doctora Natalia Kanem, directora ejecutiva del Unfpa.
Señaló que se trata de ‘una aniquilación del espíritu, y debe terminar’, por lo que cada persona debe respetar los derechos de los demás.
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