En declaraciones al diario La Prensa, el analista Domingo Lattorraca indicó que, tras los primeros síntomas de recuperación desde la contracción experimentada en 2020, uno de los retos es recuperar el empleo y enfrentar una tasa de informalidad que se elevó durante la pandemia.
Las estadísticas oficiales reflejan una tasa de desempleo en 2021 de 11, 3 por ciento, inferior a la del año anterior. No obstante, dijo, parte de la caída se explica porque la población dispuesta a participar en el mercado laboral disminuyó respecto a los niveles previos a la dolencia, lo que reduce la tasa de desempleo.
Por su parte, otro economista como Felipe Chapman consideró que si se toman los niveles previos a la pandemia de cuántas personas estaban dispuestas a trabajar, incluso con una población total menor, la tasa de desempleo sería mucho mayor.
Al respecto, indicó que otro fenómeno agravado por la Covid-19 son los elevados niveles de informalidad, con una incidencia de 48 por ciento el año pasado.
Para Latorraca, hasta ahora esa informalidad ha permitido que el panameño resuelva, pero no se puede apostar a que sea de manera permanente.
A su juicio, un mercado laboral débil se traduce en menores niveles de ingreso disponible, que pese a mostrar cierta recuperación, sigue por debajo del periodo prepandemia.
Mientras, Chapman precisó si Panamá quiere dar un paso hacia un desarrollo próspero y sostenible se deben acometer reformas estructurales en áreas como educación, salud y el mercado laboral.
La economía de Panamá sufrió una fuerte contracción de 17,9 por ciento en 2020 debido a las restricciones impuestas para contener la Covid-19.
En 2021, el Producto Interno Bruto repuntó un 15,3 por ciento por el levantamiento de las limitaciones, pero el tamaño de la economía aún no regresó a niveles prepandemia en un año completo.
Según ambos expertos, en el primer trimestre de este 2022, el PIB creció 13, 6 por ciento en relación con el mismo periodo del año anterior, pero la recuperación está siendo desigual, pues hay sectores que sobresalen como la minería y el comercio; y otros reflejan atrasos, como la construcción y el turismo.
Los riesgos que pueden afectar las proyecciones de crecimiento pasan por el impacto del conflicto entre Rusia y Ucrania, opinaron, lo que también trajo un auge del precio del combustible y llevó incluso a una inflación en Panamá del 4,2 por ciento en abril último.
Pese a los desafíos, ambos especialistas coincidieron en que Panamá tiene posibilidades para afianzar la recuperación y señalaron la diversificación de la economía y las potencialidades del sector agropecuario e industrial con una mirada al exterior, entre otras fortalezas.
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