En el siempre muy concurrido paseo del Prado hay dos notas llamativas: medidas extremas de seguridad alrededor del museo del Prado y un cordón policial cercano a la sede de la llamada Contracumbre OTAN No, en el auditorio “Marcelino Camacho” de Comisiones Obreras.
Entramos en fase de alerta que aumentará a la crítica el próximo lunes, y si bien la cimera como tal tendrá lugar en el recinto ferial IFEMA-Madrid, en el famoso museo se realizará la cena de honor a los participantes en la cita de la alianza atlántica.
Más de 10 mil agentes de las fuerzas de seguridad fueron designados para garantizar la protección de unos 40 jefes de Estado o Gobierno, junto con otras cinco mil personas que participarán en la Cumbre de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) los días 29 y 30 de junio.
La denominada operación Eirene -la diosa griega que trae la paz-, cuenta también con el protagonismo de la Comisaría General de Información de la Policía, el Centro Nacional de Inteligencia, efectivos policiales del resto de países miembros de la alianza, Interpol, Europol y seguridad de la OTAN.
En paralelo, este viernes comenzó la contracumbre de tres jornadas, que concluirá con una marcha por el centro de Madrid
La cita es impulsada por la plataforma estatal OTAN No y cuenta con la presencia de partidos como Izquierda Unida (IU) y Comunista (PCE) y algunos representantes de nivel medio de Podemos y organizaciones sindicales, junto con distintas ONGs.
El otrora eurodiputado de IU Willy Meyer, que es uno de los voceros de OTAN No, destacó que la cumbre alternativa mostrará que la alianza atlántica es «un obstáculo para la paz, para un marco de seguridad desmilitarizado y para reducir los presupuestos militares».
Asimismo, Meyer cuestionó que la denominada estrategia «OTAN 360 grados» supone otorgarle capacidad para «poder intervenir en todo el mundo sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU», en franca violación del derecho internacional y de la Carta de Naciones Unidas».
Como anticipo, medios bien informados señalaron que con la asegurada participación del presidente Joe Biden, Estados Unidos reservó mil habitaciones en hoteles de Madrid y tendrá un dispositivo de transporte de más de 50 vehículos.
Distintos paneles debatirán desde este viernes el aumento del gasto armamentístico como se planteará en la Cumbre de la OTAN, reflexionarán sobre mecanismos de seguridad desmilitarizada, la crisis alimentaria o el cambio climático.
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