Al intervenir en la II Conferencia de los Océanos de Naciones Unidas que comenzó este lunes en la capital portuguesa, Guterres afirmó que será imposible contar con un planeta saludable sin un océano saludable.
Lamentablemente nos enfrentamos a una Emergencia Oceánica, debemos cambiar el rumbo, dijo, a la vez que recordó el impacto del calentamiento global en las temperaturas de los océanos; creando tormentas más feroces y frecuentes.
Señaló, además, que los niveles del mar están subiendo y las naciones insulares de baja altitud se enfrentan a inundaciones, al igual que muchas de las principales ciudades costeras del mundo.
El secretario general de la ONU lamentó que la crisis climática también está acidificando el océano, lo que interrumpe la cadena alimentaria marina y los arrecifes de coral mueren.
“Los ecosistemas costeros, como los manglares, los pastos marinos y los humedales, se están degradando y la contaminación de la tierra ha creado vastas zonas costeras muertas”, sentenció.
Al referirse a las acciones humanas que llevan a todas esas situaciones, Guterres recordó que casi el 80 por ciento de las aguas residuales se vierten al mar sin tratamiento y unos ocho millones de toneladas de desechos plásticos ingresan a los océanos cada año.
Los desechos plásticos ahora se encuentran en las áreas más remotas y en las fosas oceánicas más profundas; provocando la muerte de vida marina y causando un gran daño a las comunidades que dependen de la pesca y el turismo, detalló.
“Sin una acción drástica, este plástico podría superar a todos los peces en los océanos para 2050”, indicó.
Ante esa situación, anunció que se negocia un nuevo tratado para abordar la crisis mundial de los plásticos y poner en acción un acuerdo de la Organización Mundial del Comercio para finalizar los dañinos subsidios a la pesca.
“Todos esos esfuerzos se mejorarán y ampliarán durante el Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible, lanzado en 2021”, puntualizó.
La II Conferencia de los Océanos de Naciones Unidas que tiene lugar hasta el próximo 1 de julio cuenta con la presencia de delegados de los estados miembros, organizaciones no gubernamentales y universidades, así como de empresarios que buscarán alternativas para hacer crecer de manera sustentable la denominada economía azul.
El encuentro, organizado conjuntamente por los Gobiernos de Kenya y Portugal, busca establecer y reforzar políticas capaces de contribuir a la lucha contra la acidificación del agua, la contaminación, pesca ilegal y pérdida de hábitats y la biodiversidad.
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