Para ampliar sobre este proyecto Prensa Latina entrevistó a Álvarez, directora de la Unidad Empresarial Básica de Preparación y Construcción de Parques Eólicos Las Tunas Herradura 1 quien explicó que su entidad es pionera en la edificación de un centro de tal magnitud el cual estará destinado a la comercialización de la energía generada por el viento.
El proyecto, continuó, está diseñado para operar 34 aerogeradores, de ellos, ya se encuentran 22 en el país y una vez terminadas las obras pendientes podrán comenzar las operaciones con ese esquema mínimo.
Hasta el momento ya están fundidas 20 bases para los aerogeneradores, y en proceso de construcción una subestación y un centro de operaciones y mantenimiento, precisó.
Sobre la subestación detalló que cuenta con una casa de control de 33 metros de largo por 11 metros de ancho y es el lugar destinado a la transformación de la corriente generada por los aerogeneradores que después, finalmente, se conectará al sistema eléctrico nacional.
El lugar también posee un patio interior, pozo, cisterna, y una torre de comunicaciones ya montada, amplió Álvarez.
Pero llegar a este punto no fue fácil, hubo que desbrozar mangle y bosque forestal, reflexionó.
EL PROCESO…
Al ser nombrada en 2013 al frente de la obra apenas tenía conocimientos sobre lo que significaba la edificación de un parque eólico, ni siquiera sabía que el Dios del viento se nombraba Eolo, bromeó Álvarez.
Para comenzar la construcción primero fue necesario estudiar los suelos que servirían de soporte a las torres, al estar cubiertos de vegetación hubo que desbrozar los viales a seis metros de ancho, y realizar investigaciones ingeniero-geológicos en cada una de las plataformas donde se montaría cada equipo, explicó.
Estudiar a 35 metros de profundidad del centro de la base y a 15 metros de las cuatro esquinas de cada una de las plataformas, un trabajo serio pues el equipamiento a montar tiene un gran peso, por ello, es muy importante cumplir y respetar las especificidades que indica el proyecto del parque eólico, se trata de un proceso muy serio, reiteró.
Durante 2013-2014 se realizaron las investigaciones de los suelos, en 2015 los expertos realizaron el proyecto, y ya en 2017 comenzó la construcción de las primeras bases con un alto grado de complejidad por la profundidad, recordó.
En ese entonces, todas las bases tenían agua, el menor nivel era de 30 centímetros y eso complejizaba aun más el trabajo, pues solo la fundición podría tardar hasta 14 horas, siempre empezando en los horarios vespertinos para poder controlar las temperaturas.
Hoy, las bases construidas tienen buena calidad, pero lo más importante fue apegarse al proyecto, a los tiempos de espera, y a los controles para evaluar los resultados, subrayó Álvarez.
Una vez concluida esa obra que Álvarez acompaña desde su nacimiento, será entregada al equipo responsable de su funcionamiento, y al fin, comenzará generar energía eléctrica a partir del viento, y únicamente quedarán como testigo del intenso trabajo constructivo los imponentes aerogeneradores con su elegante movimiento.
Para Álvarez solo quedaba una pregunta, cómo logró conjugar los roles de dirigente, madre, esposa y mujer. Mientras sus ojos hablaban, dijo, la respuesta está en mi familia, sin ellos hubiera sido imposible.
Recientemente, concluyó la II Feria de Energías Renovables –del 22 al 25 de junio- en la cual se destinó un taller al trabajo de las mujeres en ese sector, un espacio para reconocer y no olvidar otras interesantes historias de vida.
mem/tdd