En su última reunión, a principios de este mes, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) decidió aumentar la producción en esa cantidad para julio y agosto, y así totalizar 43 mil 306 millones de barriles diarios y mantenerlos sin cambios hasta el fin de año.
Se espera que las 23 naciones que integran ese cartel certifiquen el incremento de la producción, pues lo pactaron el 2 de junio, bajo crecientes presiones occidentales para que abran más las tuberías con el fin de frenar el encarecimiento de la energía y la inflación.
Mientras, los 13 integrantes de la OPEP concluyeron este miércoles una videoconferencia sin adoptar ninguna decisión respecto a su bombeo.
La OPEP+ (sin Venezuela, Irán y Libia, que no entran en el acuerdo) terminaría así de recuperar el nivel de extracción que tenía antes de reducirlo en 2020 en casi 10 mil barriles al día, para hacer frente al hundimiento histórico de la demanda y el alza de los precios que causó la crisis sanitaria.
A ello se suma ahora la caída de los suministros rusos como resultado de las sanciones impuestas por Occidente a Moscú por su operación militar en Ucrania, incluido un embargo al 90 por ciento de las importaciones del hidrocarburo hasta fin de año.
Los analistas afirman que únicamente Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos tienen capacidad adicional sustancial para aumentar de forma considerable su producción en breve tiempo.
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