El sondeo del sitio web de la mayor confederación agroalimentaria de Italia con casi dos millones de afiliados coldiretti,it. mostró, además, que para el 23 por ciento la prioridad está en celebrar un encuentro con las personas de sus mayores afectos y dejar atrás la soledad y el distanciamiento.
El estudio de Coldiretti, publicado en su página web, arrojó también que el ocho por ciento de los italianos prefiere ir a un concierto y al teatro, mientras al seis por ciento le gustaría más regresar al gimnasio para liberar los kilos corporales ganados durante el encierro cuando cocinar y comer es la mayor distracción.
En un comunicado de prensa el ente agrícola compara que, además de los daños espirituales provocados por la emergencia sanitaria de la Covid-19 reflejados en la indagación, la vida cotidiana de los italianos igual cambió radicalmente y ello condujo a una disminución de los niveles de consumo en casi 130 mil millones en 2020, un 11,8 por ciento menos respecto al año anterior.
Hoteles y restaurantes con 40,2 por ciento menos, seguidos del transporte, 26,5 y los gastos de recreación y cultura con 22,8, fueron los servicios que registraron resultados más negativos, subraya Coldiretti y compara que contrario a ello, el consumo de alimentos de las familias dentro del hogar aumentó de manera general un 3,3 por ciento.
Asimismo, apunta que la emergencia por la Covid-19 empobreció a más de una de cada cuatro familias italianas (28,8 por ciento) comparado con 2020.
Deterioro de la situación económica respecto al año anterior que afectó a las regiones ricas del centro del país en un 30,5 por ciento; del norte en un 28,8 y en el sur del 27,7, explica la organización agraria, a partir de datos publicados recientemente por el Instituto Nacional de Estadísticas.
Pero, añade ‘la punta del iceberg de las dificultades que atraviesa el país está representada por más de 5,6 millones de personas en condiciones de pobreza absoluta, con una incidencia promedio del 9,4 por ciento’, al tiempo que comparó que ese es el valor más alto en los últimos quince años.
Pobreza, valora, que crece especialmente en el norte, zona más afectada por la pandemia, donde el porcentaje de personas en pobreza absoluta pasó de 6,8 al 9,4 por ciento y detalla que entre los nuevos pobres están quienes perdieron sus empleos, pequeños comerciantes o artesanos obligados a cerrar sus establecimientos y aquellos carentes de subsidios y ayuda económica.
mem/smp