Los efectos del conflicto entre Rusia y Ucrania, unido a la interrupción de las cadenas de suministro por la pandemia, generan una situación que probablemente no cambie en un futuro previsible, dijo Scholz, aunque no refirió el impacto de las sanciones impuestas desde Occidente al gigante euroasiático.
El encuentro, diseñado para estudiar cómo controlar la evolución de los precios y evitar una «espiral inflacionaria permanente», abre un proceso más largo que incluirá varias reuniones con posibles resultados para el otoño europeo.
Schoz preparó a los diferentes actores públicos para una crisis duradera e insistió en que «como país, la única manera de salir bien de esta crisis es mantenernos firmes, ponernos de acuerdo sobre las soluciones».
Por su parte, el presidente de la patronal, Rainer Dulger, alertó que vienen años difíciles: «el crecimiento económico constante, como el que experimentamos antes del coronavirus y la guerra de Ucrania, ya no puede darse por sentado».
Mientras, la líder de la central sindical, Yasmin Fahimi, dijo que se debía hacer todo lo posible ahora para evitar una recesión, estabilizar los puestos de trabajo, mantener las cadenas de valor y asegurar el empleo.
La Acción Concertada fue introducida en la década de 1960 y consiste en un formato de búsqueda de consenso en el que representantes de las empresas, la política y los sindicatos, entre otros, intercambian opiniones.
En medio de la crisis inflacionaria, la Oficina Federal de Estadística alemana reportó este lunes para mayo el primer déficit comercial desde 2008, debido a la explosión de los precios de la energía.
Las importaciones aumentaron en mayo 27,8 por ciento, hasta los 126 mil 700 millones de euros, en comparación con el mismo mes del año anterior. Las exportaciones se incrementaron en tanto en 11,7 por ciento hasta los 125 mil 800 millones de euros.
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