«Estoy contento de que esto pueda hacerse sin nuestra participación», expresó en alusión a la negativa de Kinshasa de que Ruanda forme parte de la fuerza de pacificación de la Comunidad de África Oriental.
No tenemos ningún problema con ello. Ruanda no lo pide y no se queja por ello, aseguró el mandatario durante una entrevista televisada en la que respondió preguntas de ciudadanos de a pie.
Los problemas de la República Democrática del Congo son intrínsecamente políticos y solo pueden abordarse a través de un proceso político, expresó Kagame al expresar su apoyo al diálogo de paz intercongoleño, respaldado por la Comunidad de África Oriental, en el marco del llamado Proceso de Nairobi.
La intervención de Kagame coincidió con el aniversario 28 de que las fuerzas del Ejército Patriótico Ruandés dirigidas por él derrotaron a los hutus que protagonizaron un genocidio contra la etnia tutsi, con saldo de más de un millón de muertos.
Igualmente, rechazó que su país apoye al grupo terrorista Movimiento 23 de Marzo (M23) tal como alegan las autoridades congoleñas.
El jefe de Estado dijo que el gobierno congoleño convirtió la lucha contra el M23 en una verdadera persecución étnica.
Millones de comunidades de habla kinyarwanda y su territorio ancestral se encontraban en el lado congoleño de la frontera cuando los colonialistas dividieron África y trazaron las fronteras coloniales, recordó tras afirmar que sucesivos gobiernos de la otra parte los han intentado expulsar al decir que son ruandeses.
Kagame llamó a su homólogo congoleño Félix Tshisekedi a asumir su responsabilidad y abordar sus problemas internos, en lugar de buscar chivos expiatorios entre sus vecinos.
«Hasta que no aprendan a tomar su problema como un problema suyo y a encontrar una solución, entonces seguiremos en este tipo de lío en el que nos encontramos», comentó Kagame, quien apuntó que su país ha luchado siempre por la paz en la región de los Grandes Lagos.
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