Maurizio Dell’Antonio, portavoz del Servicio Nacional de Salvamento Alpino, señaló que las labores se están realizando básicamente con el empleo de cuatro drones, pues es riesgoso emplear personas o perros dado el peligro de nuevos desprendimientos.
Se utiliza además un helicóptero equipado con el sistema Imsi Catcher, capaz de captar las señales de teléfonos móviles, con el cual se espera ubicar al menos a algunas de las 13 personas que permanecen aún desaparecidas.
En caso de hallazgos, se envían equipos de rescate que solo pueden realizar levantamientos fotográficos y eventualmente la toma de alguna muestra pues, según dijo, “ya no podemos cavar, la masa de nieve se consolidó tanto que ni siquiera se puede tallar con un pico”.
En la tarde del domingo último se produjo en el glaciar Marmolada, ubicado a tres mil 300 metros de altura en el macizo alpino de Las Dolomitas, la fractura de un serac o bloque de hielo fragmentado, que provocó una gigantesca avalancha a 300 kilómetros por hora.
El rescatista Gino Comelli declaró que, «encontramos algunos cuerpos destrozados entre el montón de hielo y escombros esparcidos por más de mil metros», pero solo se identificaron hasta ahora cuatro de los seis fallecidos hallados, entre ellos tres italianos y un checo.
Este lunes el primer ministro italiano, Mario Draghi, se trasladó al centro de operaciones ubicado en la localidad de Canezei, próxima a la norteña ciudad de Trentino, donde señaló que esta tragedia ocurrió en gran medida por el deterioro del medio ambiente y el cambio climático.
Draghi enfatizó que “hay que tomar medidas para que no vuelva a pasar en Italia lo que pasó en la Marmolada”.
En tanto, en la zona alpina de Val Ferret decretaron estado de alerta este lunes por el riesgo de la fractura del glaciar Planpincieux, en el lado italiano del macizo del Mont Blanc.
El servicio de monitoreo de los glaciares en esa región detectó que una porción del Planpincieux, de unos 400 mil metros cúbicos se está moviendo hasta un metro por día.
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