Al celebrar su primera reunión después de la formación del nuevo Parlamento, el sindicato obrero insistió que el peligro de caer en más pobreza, hambre, enfermedades y humillación requiere de no perder más tiempo.
En un comunicado, el Consejo Ejecutivo subrayó que el futuro gobierno tendrá el reto de poner fin a la influencia de las intervenciones externas en los asuntos de la nación y trabajar para avanzar con la economía nacional y su independencia de la dominación, el asedio y las sanciones estadounidenses.
Instaron a los funcionarios libaneses a adherirse a los derechos completos en los campos de petróleo y gas, así como sus aguas en las áreas exclusivas y sobre la base de estudios técnicos internacionales documentados.
Señalaron la importancia de elaborar y aprobar un presupuesto nacional para cumplir con los empleados públicos, los cuerpos militares y de seguridad y la población en general.
En este contexto, el Consejo destacó el derecho de la Confederación a participar en la discusión de la declaración ministerial como el organismo más representativo de los trabajadores en Líbano.
Al abordar el frente económico, el sindicato denunció el agravamiento de la crisis en los últimos tres años con el deterioro del sistema eléctrico, escasez de agua, medicinas, precios dolarizados y el desempleo o la inmigración como el destino de los jóvenes.
Durante el encuentro, los dirigentes obreros abordaron el colapso de la moneda nacional frente al dólar estadounidense lo que provocó la pérdida en más del 95 por ciento del valor de compra de los salarios y el incremento de los precios en el mercado paralelo.
El Consejo Ejecutivo consideró que la decisión del Ministerio de Comunicaciones y del gabinete de aumentar la tarifa telefónica fija y celular constituye una masacre adicional contra la mayoría del pueblo libanés, especialmente trabajadores, estudiantes, desempleados y otras personas de bajos ingresos.
Al mismo tiempo, reiteraron el apoyo en los movimientos de las diversas categorías de asalariados del sector privado y público, intereses independientes y hospitales públicos.
Por último, el sindicato renovó su mandato para utilizar todos los medios de presión cuando sea necesario, como una salida a la grave crisis.
De acuerdo con reportes de entidades de Naciones Unidas, una inflación de 890 por ciento, salario mínimo mensual menor a 25 dólares y 2,2 millones de personas necesitadas de alimentos colocan hoy en alerta roja la crisis de Líbano.
Por otra lado, estimaciones del Banco Mundial fijan una contracción del Producto Interno Bruto en 2022 de un 6,5 por ciento, tras una caída del 10,5 y el 21,4 en 2021 y 2020, respectivamente.
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