El jueves se cumplió un año del magnicidio y cientos de personas se manifestaron en las calles para criticar el lento avance de la investigación, de lo cual culpan al primer ministro Ariel Henry.
La pesquisa estuvo paralizada por varios meses y ya pasó por cuatro jueces de instrucción, mientras aún más de 40 personas se encuentran detenidas en prisión sin imputárseles cargos.
La Oficina de Naciones Unidas en Haití lamentó la falta de progreso tangible para hacer justicia al mandatario asesinado, y señaló que desde el crimen la creciente inseguridad, ligada a la proliferación de actos de violencia cometidos por bandas armadas, aterrorizan a los ciudadanos. Estos males acaparan el debate público en un contexto en el que los retos a los que se enfrenta el país aumentan día a día, indicó el organismo.
Por su parte, Henry presidió una sencilla ceremonia para honrar al gobernante y reiteró su compromiso con llevar a término la investigación, paralizada en los últimos meses, así como alcanzar un acuerdo inclusivo y combatir la inseguridad con el objetivo de realizar elecciones generales.
El jefe de Gobierno aseguró que el magnicidio fue una muestra de intolerancia e ignominia, prácticas que deben cambiar en la sociedad.
En el extremo norte del país, los familiares y seguidores de Moïse también rindieron tributo al expresidente y prometieron continuar la lucha por alcanzar la justicia.
“Jo, te prometemos que la lucha no se detendrá. Lucharemos hasta que tengamos justicia”, dijo la ex primera dama Martine Étiene en una ceremonia en Cabo Haitiano para honrar al exmandatario, que tuvo lugar en los jardines del mausoleo donde descansan los restos del jefe de Estado.
Por su parte, el excanciller Claude Joseph afirmó que mucho antes del magnicidio sus opositores asesinaron su carácter y el 7 de julio pasado solo consumaron el hecho.
Moïse fue baleado en su residencia, sin la intervención de las fuerzas de seguridad, y en medio de un convulso mandato marcado por masivas protestas antigubernamentales, denuncias de corrupción, crisis política y económica y descontento social.
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