Mediante un comunicado, el funcionario medioambiental subrayó que estás acciones pueden provocar incendios y, en la mayoría de los casos, las infracciones son para beneficiarse del comercio de la leña.
Ghanem subrayó que una gran parte de los libaneses comenzó a comprar madera en preparación para el próximo invierno debido al aumento significativo de los precios del combustible, el colapso del valor de la libra libanesa frente al dólar y los bajos salarios.
En ese sentido, el directivo puntualizó que más del 80 por ciento de los residentes de las zonas montañosas atraviesan condiciones financieras difíciles y recurren a la leña para la calefacción ante el costo elevado del diésel.
La ausencia de supervisión y rendición de cuentas facilita el trabajo de las bandas de taladores, porque los guardabosques no existen y el decreto de nombramiento de funcionarios forestales sigue estancado, declaró.
El texto de Ghanem llamó a las autoridades municipales, a las fuerzas de seguridad y a los ministerios de Medio Ambiente y de Agricultura a aplicar leyes estrictas para prevenir una masacre ambiental en la nación.
Durante siglos, el famoso cedro del Líbano se asentó con orgullo en las montañas de este pequeño Estado mediterráneo, amenazado en el presente por el cambio climático y otros desafíos.
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