El análisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que la pandemia silenciosa de la resistencia a los antimicrobianos (RAM) es un gran problema de salud pública que va en aumento.
“Las infecciones bacterianas resistentes están asociadas por sí solas a casi 4,95 millones de muertes al año, de las que 1,27 millones se atribuyen directamente a la RAM”, indicó el texto.
Ante esta situación, declaró el ente sanitario, las vacunas son herramientas poderosas para prevenir las infecciones y, por tanto, tienen el potencial de frenar la propagación.
Solicitó, además, el acceso equitativo a los inmunógenos existentes contra cuatro enfermedades provocadas por bacterias prioritarias: la enfermedad neumocócica (Streptococcus pneumoniae), el Hib (Haemophilus influenzae de tipo b), la tuberculosis (mycobacterium tuberculosis) y la fiebre tifoidea (Salmonella Typhi).
Las actuales vacunas de Bacillus Calmette-Guérin (BCG) contra la tuberculosis no protegen adecuadamente contra ese mal, puntualizó el informe de la OMS, por lo que debería acelerarse el desarrollo de productos más poderosos contra esta enfermedad.
Por su parte, el Dr. Haileyesus Getahun, Director del Departamento de Coordinación y Alianzas Mundiales contra la RAM de la OMS, aseveró que las enseñanzas extraídas del desarrollo de las vacunas anti-Covid-19 y de las de ARNm ofrecen oportunidades únicas para explorar el desarrollo de inyectables contra las bacterias.
La organización identificó 61 vacunas candidatas en diversas fases de estudios clínicos, entre ellas varias en las últimas etapas para hacer frente a las enfermedades provocadas por las bacterias que figuran en la lista prioritaria de la OMS.
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