Durante esos cuatro días el organismo especializado de la ONU, con sede en esta capital, acogerá el evento, organizado de conjunto con su Alianza Mundial por el Suelo y el Panel Técnico Intergubernamental sobre Suelos.
También intervienen el Convenio de la ONU sobre la Diversidad Biológica, la Iniciativa Global de Biodiversidad del Suelo y la Interfaz Ciencia-Política de la Convención de la ONU de Lucha contra la Desertificación.
El encuentro, según un comunicado difundido aquí, reunirá a funcionarios gubernamentales, organizaciones internacionales, usuarios de la tierra y a expertos en ciencias del suelo y biodiversidad.
El objetivo principal del GSOBI21 -detalla el texto- será llenar vacíos de conocimiento, identificar soluciones frente a los desafíos globales a través de la mejora de la biodiversidad del suelo y promover el debate entre responsables de formulación de políticas, productores de alimentos, científicos, profesionales y otras partes interesadas.
La inauguración de la reunión la hará el director general de la FAO, QU Dongyu, y además de otras intervenciones de expertos de alto nivel, está prevista una sesión dedicada en las acciones del sector privado sobre la biodiversidad del suelo y la salud y una revisión del estado de la biodiversidad mundial de ese importante recurso.
En la sesión de apertura la FAO presentará ‘El mundo mágico de la biodiversidad del suelo: una colección de 10 cuentos infantiles de todo el mundo’ y exposición de carteles y concursos.
La salud del suelo depende de la presencia de una gran variedad de organismos vivos, desde bacterias y hongos hasta lombrices de tierra, insectos y vertebrados, los cuales conforman su biodiversidad, destaca la nota de la FAO.
Todos ellos unidos realizan una multitud de funciones ecosistémicas y brindan servicios ecosistémicos esenciales para respaldar la agricultura y la seguridad alimentaria, como regular los ciclos de nutrientes; controlar la dinámica de la materia orgánica; apoyar el secuestro de carbono, así como regular las emisiones de gases de efecto invernadero.
Entre otras muchas contribuciones, esos organismos influyen en la salud de las plantas, los animales, el suelo y las personas a través de la interacción de patógenos y plagas con sus depredadores y parásitos naturales, asegurando defensas naturales y sirviendo como fuente de medicamentos y nutrientes.
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