Para Bauvoir, alguien con acceso a los documentos hizo el pedido en nombre de la Iglesia y, en este sentido, llamó al comité permanente a esclarecer la situación.
La semana pasada el religioso advirtió que las acusaciones eran graves porque no solo perjudicaban a la Iglesia sino también al Evangelio.
A mediados de semana las autoridades incautaron varios contenedores con al menos 18 armas automáticas, unos 20 mil cartuchos, seis pistolas y 120 cargadores de varios calibres, según un inventario aún parcial.
La Iglesia episcopal negó estar implicada y aclaró que no tienen pedidos de contenedores, ni realizaron ninguna gestión para su retiro del puerto de la capital, así como tampoco esperan la llegada de depósitos desde el extranjero.
No obstante, no dilucidó las relaciones con la agente administrativa Gina JL Rolls, a quien la Fiscalía acusa de tráfico ilícito de armas y municiones por presuntamente operar a nombre de la Iglesia episcopal de Haití.
Rolls fue arrestada en la capital el pasado viernes y las autoridades emitieron una orden de búsqueda internacional contra Franklin Batista y Lindor Remy por sospechas de formar parte del caso.
En las últimas dos semanas las autoridades incautaron otro cargamento de armas y municiones en Port de Paix, en el norte del país y arrestaron en esa misma ciudad a un individuo que transportaba 25 mil cartuchos en un autobús público.
Todo ello ocurre cuando escalaron los enfrentamientos entre pandillas al norte de la capital que dejaron 234 fallecidos o heridos del 8 al 12 de julio, según el más reciente informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
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