De acuerdo con el estudio del Instituto Nacional de Estadística y Censo (Inec), el dato refleja la variación al alza en una etapa desarrollada con cierta normalidad, en comparación con el pasado año marcado aún por las restricciones impuestas por el Gobierno para contener la segunda ola de contagios de la Covid-19.
Según el Inec, el crecimiento acumulado se observó en categorías como explotación de minas, comercio, construcción, hoteles y restaurantes, transporte, almacenamiento y comunicaciones, intermediación financiera, electricidad y agua e industrias manufactureras.
Los resultados reflejan una actividad que seguía una trayectoria de reanimación, si bien no había recuperado aún los niveles de empleo previos a la pandemia y había sectores especialmente rezagados respecto a 2019, como la construcción y el turismo.
Gremios empresariales y expertos estiman que las protestas y cierres de vías y carreteras que sacuden el país hace tres semanas contra el alto costo de la vida tendrán un impacto en las aspiraciones de recuperación económica.
Mientras las organizaciones sociales denuncian la falta de políticas públicas para acabar con el desempleo que ronda el 10 por ciento además del 47,6 por ciento de informalidad en el mercado laboral.
Otro problema que señalan es la estructura económica hecha para los servicios, donde se exoneran de impuestos a los principales negocios del país, a los que están vinculados con el Canal de Panamá, los puertos y los servicios marítimos y el Centro Financiero Internacional.
Algunos economistas estiman que Panamá ha perdido en los últimos 10 años cerca de 46 mil millones de dólares en evasión fiscal sin considerar los que están legalmente exonerados que son un sector bastante importante.
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