La operación apunta a resolver sus problemas de liquidez provocados por el recorte del suministro desde Rusia, en un contexto de incertidumbre sobre el futuro del abastecimiento.
El canciller federal alemán, Olaf Scholz, interrumpió sus vacaciones para informar sobre la decisión en una rueda de prensa, en la que aseguró que su ejecutivo no dejará que ningún ciudadano ni empresa se enfrente por su cuenta a las dificultades relacionadas con el suministro energético.
Como parte de las medidas de estabilización para Uniper el Estado germano adquirirá el 30 por ciento de las acciones de la compañía, filial de la finlandesa Fortum.
Además, ampliará la línea de crédito de la que dispone Uniper en el Banco de Desarrollo alemán de dos mil a nueve mil millones de euros, y comprará bonos contingentes convertibles -que más adelante se convertirán en capital propio- por valor de siete mil 700 millones de euros.
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