Henry, un neurocirujano nombrado dos días antes del asesinato del presidente Jovenel Moïse, cumplió un año en el cargo sin cumplir sus promesas de investigar el magnicidio, restablecer la seguridad o alcanzar un acuerdo político que permita la realización de elecciones y la reforma constitucional.
La pesquisa lleva meses paralizada y pasó por cinco jueces de instrucción en los últimos 12 meses, mientras se avanza poco en el establecimiento de un consenso político entre las principales fuerzas del país.
Varias voces incluidas el expresidente de la Asamblea Nacional (Parlamento) Yuri Latortue o el excoronel de las fuerzas armadas y exsecretario de Estado, Himmler Rébu, calificaron de fracaso la gestión del jefe de Gobierno y lo alientan a renunciar para en su lugar instalar una administración provisional.
También plataformas como Nou pap konplis (No seremos cómplices) reclamaron la dimisión y decenas de personas se manifestaron el miércoles en la capital para criticar el desempeño del primer ministro en el cargo.
Henry durante su discurso a propósito del aniversario no realizó un balance de su gestión, aunque llamó a diálogo a los opositores para fundar un proyecto de país.
También anunció un posible aumento de los combustibles por su alza en el mercado mundial y señaló que es un sacrificio necesario.
“Con las fluctuaciones al alza en el mercado mundial, es un esfuerzo que aún tendremos que pedirle al pueblo haitiano de manera paulatina, porque es con esta condición que podremos seguir importando combustible y tenerlo permanentemente disponible”, dijo Henry sin indicar una fecha probable para el alza.
El jefe de Gobierno volvió a prometer combatir la inseguridad y restablecer la libre circulación de personas y bienes, al tiempo que felicitó a los policías por cumplir su misión de proteger y servir a la población.
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