Ryu realizó las amenazas en una reunión de protesta por la decisión ministerial en la que participaron de manera presencial 50 jefes de comisarías y 140 funcionarios superiores a nivel de superintendente en modalidad virtual, según la fuente.
La autoridad policial de Ulsan Jungbu, quien lideró la cita, dijo que podría haber una mayor reacción violenta si se ejecuta cualquier acción que ignore sus reclamos.
Después del encuentro, Ryu fue asignado a otro puesto en una aparente acción disciplinaria en su contra, precisó el medio noticioso.
Posteriormente, el jefe de gabinete presidencial, Kim Dae-ki, calificó la reunión de inapropiada y ratificó la apertura de la apertura de la polémica oficina como está previsto antes de la implementación en septiembre de dos leyes que transferirán a la policía los poderes de investigación de la fiscalía, señaló Yonhap.
Con la nueva entidad, el Ministerio de interior pretende entonces reforzar el control sobre los agentes del orden, apuntó la agencia de noticias.
Sin embargo, jefes de las comisarías aseguraron que el plan del gobierno era ilegal y prometieron comunicar su oposición al respecto al candidato a jefe de la policía nacional y al Ministerio del Interior.
Para la apertura de la oficina de supervisión, el gobierno debe contar con el consenso de los 130 mil policías del país, según plasmaron en un comunicado los participantes en la cita.
Coincidieron que la decisión gubernamental hace retroceder el progreso histórico surcoreano sobre la organización de la fuerza policial.
De acuerdo con Yonhap, la fuerza policial en República de Corea quedó fuera del control directo del gobierno central y se convirtió en una organización independiente en 1991, luego de la revisión de la ley de oficiales.
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