En América Latina están registrados casos en México, Costa Rica, Panamá, Colombia, Venezuela, Ecuador, Brasil, Perú, Chile y Argentina, así como Estados Unidos y Puerto Rico.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican además que se notifican más de 16 mil 500 enfermos en 74 países como Reino Unido, Francia, Alemania, y España este último con la mayor cantidad de casos hasta el momento en Europa.
Ante las circunstancias, la OMS declaró el sábado último a la enfermedad como una emergencia de carácter preocupante a nivel internacional, aunque el riesgo ahora es moderado.
En conferencia de prensa, el director de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus, explicó que la decisión se debe a que el brote cumple con todos los requisitos necesarios para decretar la alerta.
Tenemos un brote que se ha propagado por todo el mundo rápidamente, a través de nuevos modos de transmisión, sobre los cuales sabemos muy poco y que cumple con los criterios del Reglamento Sanitario Internacional, señaló.
El funcionario llamó a la calma y recomendó a los países que sigan el protocolo de contención establecido para esta clase de emergencias. “Con las herramientas que tenemos ahora, podemos detener la transmisión y controlar este brote”, subrayó.
De momento, dijo, se trata de un brote que se concentra entre hombres que mantienen relaciones homosexuales, en especial con compañeros múltiples.
Sin embargo, argumentó que «el estigma y la discriminación son tan peligrosos como cualquier virus.
Subrayó además recomendaciones a los países, con un llamado a las organizaciones de la sociedad civil, incluidas aquellas con experiencia en el trabajo con personas que viven con el VIH, para que trabajen con la organización sanitaria en la lucha contra el estigma y la discriminación.
Fiebre, dolor de garganta, de cabeza, musculares y tos son algunos de sus primeros síntomas, acompañados de decaimiento e inflamación de los ganglios linfáticos en cuello, ingle y axilas.
Sarpullido y después dolorosas ampollas en caras, brazos y piernas aparecen además entre los siete y 14 días después de la infección. La enfermedad puede durar entre dos y cuatro semanas y tiene una sintomatología más leve que la viruela.
Este virus se puede propagar a través del contacto con fluidos corporales, lesiones en la piel o artículos como ropa y ropa de cama contaminada, explican expertos.
La transmisión en personas puede producirse por contacto directo con lesiones cutáneas o gotitas exhaladas de una persona infectada o con objetos contaminados recientemente con los fluidos del paciente como por ejemplo toallas o sabanas.
Actualmente, no hay tratamientos específicos contra la infección por viruela símica, aunque es una enfermedad en general benigna y los síntomas se suelen resolver espontáneamente.
No obstante, es importante cuidar la erupción permitiendo que se seque o cubriendo con un apósito húmedo para proteger si es necesario. Además, debe evitarse tocar las llagas en la boca o los ojos, aconsejan las autoridades sanitarias.
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