El ministro de Economía y Planificación, Patrick Boisvert, admitió que la situación actual no es propicia para retirar los subsidios del rubro, lo cual incrementa sus costos minoristas.
Aunque insistió en que la subvención de los carburantes desangra el presupuesto estatal, aseguró que el ajuste al alza tendrá lugar en el momento oportuno.
La semana pasada el primer ministro, Ariel Henry, anunció el aumento y precisó que permitirá contar con volúmenes estables en la importación, además de mantener el producto disponible.
“Con las fluctuaciones al alza en el mercado mundial, es un esfuerzo que aún tendremos que pedirle al pueblo haitiano de manera paulatina, porque es con esta condición que podremos seguir importando combustible y tenerlo permanentemente disponible”, dijo Henry sin indicar una fecha probable para el alza.
También agradeció la “inteligencia y madurez” de los ciudadanos que entendieron la necesidad del Gobierno de reducir los subsidios de los productos derivados del petróleo.
Sin embargo, sectores sindicales amenazaron con manifestarse si el Gobierno adopta la medida que afectará a los más vulnerables al dispararse los precios de los alimentos y servicios básicos, aseveraron.
Dominique St Eloi, responsable de la Coordinación Nacional de Obreros Haitianos, dijo que sus afiliados se mantienen atentos y están listos para tomar las calles contra la actual administración, a la cual culpan por el aumento del hambre y la carestía de la vida.
En diciembre las autoridades incrementaron hasta en un 115 por ciento los precios de la gasolina, diésel y queroseno y argumentaron que el importe ahorrado permitiría invertir en programas sociales.
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