En un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cultura, lamentaron la trágica muerte de al menos 18 migrantes haitianos y se comprometieron con brindarles una ceremonia fúnebre digna.
“Estos trágicos sucesos, que se producen de forma recurrente, son el resultado del lamentable estado de la economía y de la inseguridad que asola el país desde hace varios años”, señala la nota en la cual las autoridades se comprometen con trabajar para aliviar la miseria de la población y restablecer el clima de paz.
Durante la madrugada del domingo una embarcación con unos 45 migrantes zozobró a unos 12 kilómetros de la isla Nueva Providencia en Bahamas, cuando presuntamente intentaban llegar a Miami, Estados Unidos.
Los equipos de rescate recuperaron 17 cuerpos en el agua, de ellos 15 eran mujeres, un hombre y una niña, confirmó Philip Davis, primer ministro de esa nación.
Por su parte, Keith Bell, titular de Inmigración dijo el martes que los 25 haitianos sobrevivientes todavía se encuentran en estado de conmoción, y reciben atención psicológica en el Centro de Detención Carmichael Road.
Las autoridades buscan a otras tres personas, aunque la operación ya pasó de búsqueda y rescate a búsqueda y recuperación, por las bajas probabilidades de encontrar a individuos con vida.
Durante la jornada de la tragedia, el primer ministro haitiano, Ariel Henry, aseguró que los hechos entristecen a toda la nación y llamó a la reconciliación nacional para resolver los problemas que hacen “que nuestros hermanos, hermanas e hijos huyan de nuestra tierra”, dijo en un mensaje de condolencias publicado en Twitter.
La crisis política, económica, social y de inseguridad se disparó en Haití en los últimos años, y miles de personas se arriesgan en precarias embarcaciones para alcanzar otros destinos.
En mayo un bote con hasta 75 personas naufragó en aguas abiertas al noroeste de Puerto Rico, cobrando la vida de 11 mujeres, mientras una docena de personas desapareció y 38 fueron rescatadas.
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