«Por esa razón he tomado la decisión de desafiliarme del partido por tiempo indefinido, sin que esto suponga que me incorporo a organización política alguna», apunta Chinchilla en una extensa carta divulgada en sus redes sociales y dirigida al PLN.
Afirma que tan sólo pasa a engrosar el número cada vez más amplio de ciudadanos que están rompiendo barreras partidarias para encontrarse en procesos de reflexión política, tan indispensables en los tiempos que corren.
Dejo el PLN -agrupación política que la llevó a la presidencia de este país- con la tristeza propia de quien deja casa y familia, pero sin perder la esperanza de que otros, en algún momento, logren corregir su rumbo, sostiene.
La exmandataria tica señala que la humanidad atraviesa una gran turbulencia en medio de la pandemia de Covid-19 y las crisis inflacionaria, alimentaria y de suministros, y adelanta que otra crisis más silenciosa recorre el mundo: la del deterioro democrático, en la que las instituciones de poder enfrentan una brutal arremetida de autócratas y populistas.
El PLN no escapa de la creciente desconfianza ciudadana en la política y los gobernantes, con la agravante, insiste, de no querer renovar sus estructuras ni ser consecuente con los fracasos electorales recientes, dice y añade que luego de tres derrotas electorales consecutivas, Liberación Nacional sigue actuando como si nada hubiese ocurrido.
«Peor aún, en lugar de proceder a hacer una valoración honesta, rigurosa, crítica y participativa sobre su presente y futuro, el partido entró en un estado de letargo y negación sobre lo ocurrido, insistiendo en ver las pérdidas como víctimas y sus debilidades como fortalezas», subraya.
La renuncia de la expresidenta motivó que la dirigencia del PLN convocará a una reunión urgente esta misma noche.
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