Las cápsulas que lanzan a cúmulos y nimbos están cargadas de yoduro de plata cuya efectividad es variable pero su uso para estos casos está bastante extendido, indican autoridades de la Secretaría del Bienestar.
Esta semana el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua reportó que de los 247 mil 455 kilómetros cuadrados que tiene Chihuahua, solamente 10 por ciento (24 mil 745 hectáreas) está sin sequía, mientras que el 90 tiene diversos grados de afectación, incluidas las categorías más altas.
Por su parte, la Comisión Nacional de Zonas Áridas, con el apoyo de la fuerza aérea, aplica desde junio su proyecto de estimulación de lluvias con el fin de mitigar los efectos de la sequía en la agricultura.
El programa consiste en liberar también moléculas de yoduro de plata en las nubes para estimular la precipitación y ayudar a que las presas y cuencas reciban el líquido, mediante el empleo de tecnología amigable con el ambiente.
Reveló que la operación ya abarca cinco millones de hectáreas en varias zonas de los municipios de Guerrero, Bocoyna, Carichí, Nonoava, Balleza, San Francisco del Oro, Huejotitán y Rosario.
Los resultados, estiman, son bastante satisfactorios por cuanto cayó lluvia en algunos lugares en los cuales se recuperó la humedad del suelo para alimentar al ganado y sembrar cultivos.
El bombardeo de nubes es un proceso en el cual descargan cientos de litros de yoduro de plata sobrenfriado en una solución de acetona sobre dos tipos de nubes específicas de lluvia: los cumulonimbos y los nimbostratos.
Agrega que el yoduro de plata sobrenfriado queda suspendido en el medio ambiente y logra que se empiece a propiciar la humedad en el cielo lo que ayuda a la formación y liberación de energía y gotas en las nubes.
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