Para hacer frente a esta inequidad Onusida, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), junto a socios internacionales, propusieron esta iniciativa con el fin de brindar la terapia necesaria y prevenir nuevas infecciones infantiles al terminar la presente década.
Una de las principales disparidades en la lucha contra el VIH-SIDA es la observada en la proporción de niños y adultos portadores del virus que reciben tratamiento con antirretrovirales.
Según las estadísticas, mientras que el 76 por ciento de los seropositivos adultos tienen acceso a esas terapias, lo menores alcanzan apenas al 52 por ciento.
La directora ejecutiva del Programa de la ONU contra el VIH-SIDA (Onusida), Winnie Byanyima, afirmó que la brecha en la cobertura de tratamiento entre niños y adultos “es un escándalo”.
Los datos del organismo indican que 1,2 millones de niños y adolescentes hasta 19 años portadores del VIH no reciben los fármacos para su enfermedad.
De ellos 800 mil tienen entre cero y 14 años y los 400 mil restantes oscilan entre 15 y 19. De este último grupo, una gran parte se habría infectado recientemente, apuntó.
Las agencias de la ONU señalaron que el estigma, la discriminación, las leyes y políticas punitivas, la violencia y las desigualdades sociales y de género arraigadas en las sociedades dificultan el acceso de las mujeres, los adolescentes y los niños a la atención que requieren.
Ante esta realidad, plantearon que hace falta un apoyo político sólido a nivel global, nacional y local para prevenir la transmisión vertical del virus y brindar tratamiento pediátrico y para adolescentes a los seropositivos en esos colectivos.
De acuerdo con la ONU, las actividades preventivas y terapéuticas entre menores de 20 años no han sido prioritarias en las estrategias, planes y presupuestos nacionales.
La inversión insuficiente también dificulta el acceso a pruebas, tratamiento y seguimiento en el cuidado, sobre todo entre las poblaciones más vulnerables, que incluyen a los niños y adolescentes, apuntaron.
Para el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Gheberyesus, ningún niño “debe nacer o crecer con VIH, y ningún niño con VIH debe quedar sin tratamiento” y consideró que la falta de terapias a nivel infantil como “una mancha en la conciencia colectiva”.
La Alianza, presentada la víspera en la Conferencia Internacional sobre el SIDA que concluye este 2 de agosto en Montreal, Canadá, será una oportunidad para “actuar con propósito y en solidaridad con todas las madres, niños y adolescentes”, recalcó Gheberyesus.
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