El jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas rusas, general Ígor Kiríllov, afirmó a la prensa que desde 2009 la organización estadounidense financió el programa Predict, el cual estudió nuevas especies de coronavirus, capturando murciélagos que son vectores de estos patógenos.
Asimismo, el oficial añadió que antes de la pandemia del SarS-CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19, el Instituto Hopkins, con sede en la nación norteña, organizó ejercicios donde puso a prueba la respuesta a una epidemia de coronavirus desconocida hasta entonces.
«La puesta en marcha del escenario de la Covid-19 y la liquidación de emergencia del programa Predict, por parte de la Usaid en 2019, sugieren la naturaleza deliberada de la pandemia y la implicación de Washington en su aparición», enfatizó Kiríllov.
El general también argumentó que las diferencias significativas en la letalidad de las variantes del virus y la irregularidad de su propagación sugieren que es de origen humano.
Igualmente, argumentó que los expertos rusos aseguran que esto se pone de manifiesto por la variabilidad poco característica de las genovariantes que causan la mayoría de los coronavirus, las diferencias significativas en cuanto a letalidad y contagio, la distribución geográfica desigual y el carácter imprevisible del proceso epidémico en su conjunto.
Kiríllov destacó que, a partir de las pruebas recopiladas es válido asegurar que la pandemia está alimentada artificialmente por la «introducción» de nuevas variantes del virus en una región concreta, «a pesar de los esfuerzos realizados para contener y aislar los casos».
En este contexto, el oficial recordó las palabras del experto de la revista médica The Lancet, Jeffrey Sachs, quien declaró en mayo de 2022 que «el coronavirus fue creado artificialmente, y muy probablemente utilizando los avances biotecnológicos estadounidenses». rgh/odf