Durante una reunión del Comité de Seguridad Alimentaria, el gabinete interino solicitó adquirir la cantidad aproximada de 40 mil toneladas del grano para motivar la cosecha interna de trigo duro y blando y cebada.
En el encuentro bajo la presidencia del primer ministro designado, Najib Miqati, las autoridades consideraron utilizar el cereal subsidiado solo para la elaboración del pan árabe, (esencial en la alimentación del libanés) luego de una interrupción en el mercado.
Los funcionarios descartaron la ausencia del pan en la alimentación de los ciudadanos para los próximos meses, pues a partir de septiembre comenzará la implementación del préstamo del Banco Mundial por valor de 150 millones de dólares que permitirá la importación de trigo.
En la cita, Miqati pidió tomar todas las medidas necesarias para controlar por parte de la Dirección de Protección al Consumidor en el Ministerio de Economía el mercado y los precios en las siguientes semanas y meses.
Insistió en la obligatoriedad de preservar el derecho del consumidor a obtener un valor real en la compra del pan, para que las ganancias estén dentro del rango razonable de la ley y los principios del libre comercio en Líbano.
Sobre la estrategia de desarrollar la producción interna, el titular interino de Agricultura, Abbas Hajj Hassan, anunció que el ministerio trabaja para asegurar las semillas originales y ampliar las áreas cultivadas de trigo para la sostenibilidad del sector agrícola libanés.
De acuerdo con reportes de agencias de Naciones Unidas, alrededor de 2,2 millones de libaneses requieren apoyo para asegurar el acceso a alimentos y otras necesidades básicas hasta fin de año, un aumento del 46 por ciento en comparación con 2021.
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