Mediante un comunicado, el dirigente sindical rechazó la postura de la entidad bancaria en la continuación del enfoque de evasión y violación de la ley, así como controlar el dinero de los depositantes y dañar los intereses de los libaneses.
El-Khouli consideró que la Asociación, con su decisión de paro confirma su papel de milicia bancaria contra la autoridad en el país y como muestra de la política de impunidad.
La condena del líder de los sindicatos señaló que los precedentes de la huelga en el sector bancario fueron testigos del mayor contrabando de dinero, que ascendió a miles de millones, incluido el reconocido por el Gobernador de la Banco de Líbano, Riad Salameh.
En este sentido, El-Khouli manifestó que declarar un paro en un sector vital directamente vinculado al ciclo económico constituye un acto delictivo y los fiscales deben responsabilizar a los perpetradores y llevarlos ante la justicia.
Sobre este aspecto, El-Khouli responsabilizó al gobernador Salameh y al Consejo Central por no usar su amplia autoridad en la ley monetaria y crediticia para controlar el ritmo de trabajo de los bancos y los llamó a respetar las leyes vigentes.
Expresó que la decisión de huelga constituye un claro desafío a la autoridad y una provocación a los depositantes que tendrán el derecho de enfrentar a esta milicia bancaria después de la caída del estado de derecho.
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