Durante una rueda de prensa en esta capital el mandatario aseveró que las autoridades kosovares “preparan liquidaciones de nuestra gente en el norte”, según la agencia de noticias estatal Tanjug.
Les insto a abandonar esa práctica ejecutada bajo el pretexto de la lucha contra la criminalidad. No matéis a la personas, sentenció el mandatario.
Más tarde Vucic se mostró escéptico sobre las negociaciones con el primer ministro kosovar Albin Kurti, convocadas para el próximo día 18 en Bruselas, Bélgica, por el Alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Joseph Borrell, de acuerdo con la fuente.
El diferendo bilateral subió de tono cuando a finales de junio las autoridades kosovares anunciaron la prohibición a partir del 1 de agosto del uso de documentos de identidad y matrículas de Serbia en su territorio.
Pero tras horas de fuertes tensiones, así como bloqueos fronterizos y de carreteras, los mandos de Pristina anunciaron su aplazamiento para el 1 de septiembre.
Una decisión similar en igual mes del pasado año generó una crisis que provocó el aumento de las fuerzas de seguridad de ambas partes en la frontera común.
Según las nuevas normativas, ahora aplazadas, quienes entren en Kosovo con carnet de identidad emitidos por Belgrado recibirán un documento temporal válido durante 90 días para su estancia en el país.
Además, las matrículas de coches expedidas por Serbia para ciudades kosovares serán sustituidas por las oficiales de Kosovo, provincia cuyo parlamento regional autoproclamó su independencia de Serbia el 17 de febrero de 2008, reconocida por Estados Unidos y la mayoría de los miembros de la Unión Europea, pero no por Rusia, China, España, el grueso de América, Asia y África.
El Gobierno de Belgrado aseguró que el objetivo de Pristina es expulsar a la población serbia que reside en la parte norte del territorio kosovar y crear el caos.
Vucic acusó a Kurti de imponer medidas a las que no tiene derecho y que son “contrarias a los acuerdos entre las partes, alcanzados tras un diálogo auspiciado por la Unión Europea (UE)”.
En ese contexto desde Rusia la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, María Zajárova, pidió a las autoridades de Kosovo el cese de las provocaciones y respeto a los derechos de los serbios.
Mientras, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) afirmó que sigue de cerca la situación y que las fuerzas de la misión para el mantenimiento de la paz en Kosovo, dirigidas precisamente por el bloque, están “preparadas para intervenir si se pone en peligro la estabilidad en el norte de dicho territorio”.
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