La Agencia de la ONU para los Refugiados y el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) también coincidieron en señalar que de ese total de desplazados, unos 775 mil se trasladaron a diversas zonas del territorio nacional, en tanto el resto se refugió en países vecinos.
Mohamed Abdi, director del NRC en Somalia, expresó anteriormente que, como consecuencia de la intensa sequía causada por ausencia de lluvias, en los venideros meses podría aumentar de los actuales cinco a siete millones la cifra de personas que padecen hambre en este Estado.
Hace tres días, el representante especial del Secretario General de la ONU para Somalia, James Swan, ratificó aquí la disposición del organismo mundial de proseguir con la ayuda a Mogadiscio y otras áreas en el ámbito humanitario.
Además de inseguridad alimentaria, este territorio oriental de África sufre los embates de una insurgencia islamista, que provoca elevados niveles de violencia a escala social.
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