‘Además de tener una política ecocida, Bolsonaro ahora miente al mundo’, afirmó el líder del PT en la Cámara de Diputados, Elvino Bohn Gass.
Calificó de gran mentira la breve alocución del exmilitar sobre que habría determinado el fortalecimiento de los organismos ambientales, duplicando los recursos para las acciones y la aplicación de la ley.
Sin mencionar los récords de deforestación en la Amazonia, Bolsonaro afirmó este jueves en el foro que Brasil está abierto a la cooperación internacional y prometió que el país alcanzará neutralidad climática en 2050.
‘Determiné que nuestra neutralidad climática en Brasil se alcanzará para 2050. Por lo tanto, lo adelanto en 10 años a lo previamente anunciado’, aseguró el mandatario.
Según el gobernante, ‘entre las medidas necesarias para lograrlo, destaco el compromiso de eliminar la deforestación ilegal para 2030 con la plena y pronta aplicación de nuestro código forestal’ y con ello, añadió, ‘reduciremos nuestras emisiones en casi un 50 por ciento para esa fecha’.
Al respecto, el diputado del PT recordó, por ejemplo, que en poco más de dos años el gobierno de Bolsonaro derogó o modificó 606 normas y ordenanzas, ‘destruyendo toda la base legal para la aplicación y castigo de los infractores’ ambientales.
Ponderó la mega reunión virtual, con la participación de 40 líderes mundiales, como ‘una buena noticia para el planeta’, pero lamentó que para Brasil sea ‘como una cita embarazosa’, pues el país está representado ‘por una política absolutamente ecocida’.
El parlamentario alertó que, en el tema ambiental, la administración militar de Bolsonaro es un retroceso sin precedentes.
Denunció al ministro de Medio Ambiente Ricardo Salles por promover el desmantelamiento de toda la estructura institucional de defensa creada durante décadas.
Consideró vital para Brasil la renuncia de Salles y el impeachment (juicio político) de Bolsonaro.
El legislador estimó que en la actualidad existen tres grandes crisis mundiales: la medioambiental, la energética y la alimentaria.
Acentúo que los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) y Dilma Rousseff (2011-2016) fueron una referencia en el mundo y se participó en la geopolítica mundial trazando políticas calificadas en estos sectores.
‘Desgraciadamente, hoy existe una destrucción, una vergüenza, una aniquilación de las políticas públicas en estos ámbitos. Brasil está viviendo un vergonzoso ecocidio de la política medioambiental’, subrayó.
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