La conferencia intergubernamental relacionada con la conservación y utilización sostenible de los mares y océanos iniciará este lunes y se extenderá hasta el 26 de agosto en la sede de Naciones Unidas en Nueva York en aras de completar un tratado para mejorar la gestión medioambiental en altamar.
Esta será la quinta ronda de conversaciones sobre el tema, ralentizadas por lo complejo del asunto y por la pandemia de Covid-19.
El dilema está en lograr un equilibrio entre la protección medioambiental y la actividad humana en esas zonas que representan más de dos tercios de los océanos, amenazados por la contaminación y el cambio climático.
Para lograr un acuerdo partirán de la ya existente Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, aprobada en 1982, pero que no incluye reglas sobre las áreas fuera de la jurisdicción nacional de los países.
De acuerdo con la ley internacional, la alta mar es el espacio situado fuera de los límites de las zonas económicas exclusivas de las naciones, o sea a partir de un máximo de 370 kilómetros de la costa.
Expertos y representantes de organizaciones ambientalistas consideran que es necesario un pacto para proteger los ecosistemas oceánicos en su totalidad, pues producen la mitad del oxígeno utilizado para la respiración humana y mitigan el calentamiento global.
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