Cole fue citado en tres ocasiones por la Dirección Central de la Policía Judicial, pero no se presentó a las audiencias, de acuerdo con el comisario de Gobierno de la capital, Jacques Lafontant.
El procurador advirtió a inicios de esta semana que se tomarían medidas por las reiteradas negativas del religioso, quien incluso envió una carta a través de su abogado para indicar su indisponibilidad.
Cole es el cuarto arrestado por la investigación de un cargamento que llegó al puerto de esta capital con 20 mil cartuchos de diversos calibres, además de un centenar de cargadores y una veintena de armas automáticas.
El contenedor estaba destinado a la Iglesia Episcopal, aunque la entidad negó cualquier implicación en el comercio ilegal de armas y recordó que solo el obispo diocesano y en su ausencia el presidente del comité permanente, están autorizados para una exención de impuestos, y estos no lo solicitaron por el momento.
En un comunicado, la institución se desmarcó de la posibilidad de que redes criminales se presenten en las aduanas a descargar mercancías a su nombre.
El tráfico de armas se disparó en Haití que vive una ola de violencia a manos de las pandillas que operan en Puerto Príncipe y sus inmediaciones.
Durante julio, las autoridades incautaron otros dos cargamentos de municiones y armas en Port de Paix, al noroeste del país, y en esa misma ciudad apresaron a un individuo que trasladaba miles de cartuchos en un autobús público presuntamente hacia la capital.
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