“Bolivia registró hasta junio de 2022 su mayor superávit comercial en ocho años, lo que permite realizar auspiciosas proyecciones hasta fines de la gestión en curso”, afirmó el titular de la institución con sede en Santa Cruz.
Rodríguez consideró que este resultado beneficiará el crecimiento económico y la creación de empleos en la nación andino-amazónica.
Comentó el jefe del IBCE que la situación favorable en la balanza comercial es una “muy buena noticia» para el país en momentos en que el mundo afronta una situación económica que el experto calificó de “complicadísima”.
Mencionó Rodríguez datos del Instituto Nacional de Estadísticas que sitúan las exportaciones bolivianas en siete mil millones de dólares en esa etapa, muy superior a los cinco mil 800 millones de esa moneda erogados por importaciones.
Al referirse a los rubros exportables, refirió que el principal fue el gas natural con un valor de mil 428 millones, a continuación, el oro (mil 397 millones), la soya y sus derivados (mil 144 millones) y el zinc (979 millones), entre otros.
En relación con la soya elogió que se trata de un recurso renovable industrializado, cuyo valor está muy cerca de superar al del gas y de los minerales mencionados (productos extractivos sin valor agregado). Resaltó el gerente el desempeño de las ventas no tradicionales, que ya superan los dos mil millones de dólares y además, que los más de 2,7 millones de toneladas -con fuerte base agroalimentaria- propician un amplio efecto multiplicador sobre la economía nacional.
Subrayó que este último detalle implica la generación de empleos e ingresos que contribuyen a la dinamización de la demanda interna, a la cual calificó de el otro motor de crecimiento del producto interno bruto, que según expresó se espera que llegue a 5,1 por ciento en el año en curso.
“Sin duda, son auspiciosos los resultados del comercio exterior al primer semestre, con las exportaciones e importaciones como protagonistas de la recuperación económica en un escenario internacional plagado de desafíos, pero de oportunidades, también”, consideró.
Indicó Rodríguez que esas oportunidades pueden ser mejor aprovechadas con un trabajo sinérgico público-privado.
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