Durante las negociaciones en formato amplio, los participantes abordarán asuntos para alcanzar un acuerdo integral de normalizar las relaciones y reducir la tensión actual sobre el terreno.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, también celebrará reuniones con cada uno de los líderes por separado, indicaron fuentes en esta capital.
El 31 de julio, en el norte de Kosovo se produjeron desórdenes, después de que Pristina decidiera prohibir los documentos de identidad y las matrículas serbias a partir del 1 de agosto.
Durante el mismo día, las autoridades kosovares dieron marcha atrás al sostener reuniones con representantes de Estados Unidos y la Unión Europea, y aplazaron la medida restrictiva para el 1 de septiembre.
Kosovo, poblado mayoritariamente por albaneses, proclamó en 2008 una independencia unilateral, al ser reconocido por Estados Unidos, Canadá y la mayoría de los países miembros de la Unión Europea, pero no por Serbia, Rusia, China, España, Grecia, Irán y otras naciones.
Serbia, que busca acercarse a la Unión Europea, entabló en 2011 negociaciones para normalizar las relaciones con Kosovo con la mediación de Bruselas.
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