Serbia y Kosovo no llegaron a una solución al problema de la sustitución de los números y documentos de los coches en el norte del país durante las negociaciones entre sus líderes con mediación de la UE, aseguró Borrell, citado por la televisión en esta capital.
El diplomático reconoció que quedan muchas diferencias entre las partes sobre la situación en el norte de Kosovo, pero subrayó que las mismas acordaron continuar el diálogo.
Durante el 31 de julio, en el norte de Kosovo se produjeron desórdenes, después de que Pristina decidiera prohibir los documentos de identidad y las matrículas serbias a partir del 1 de agosto.
El mismo día, las autoridades kosovares dieron marcha atrás al sostener reuniones con representantes de Estados Unidos y la Unión Europea, y aplazaron la medida restrictiva para el 1 de septiembre.
Kosovo, poblado mayoritariamente por albaneses, proclamó en 2008 una independencia unilateral, al ser reconocido por Estados Unidos, Canadá y la mayoría de los países miembros de la Unión Europea, pero no por Serbia, Rusia, China, España, Grecia, Irán y otras naciones.
Serbia, que busca acercarse a la Unión Europea, entabló en 2011 negociaciones para normalizar las relaciones con Kosovo con la mediación de Bruselas.
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