Simpatizantes del Protocolo de Entendimiento Nacional, estructura adherida al Acuerdo Montana de la sociedad civil, llegaron hasta las inmediaciones de la residencia de Henry, que actualmente se encuentra en Trinidad y Tobago.
Criticaron los altos precios de la canasta básica y el combustible que empobrece aún más a los vulnerables, mientras exigieron el establecimiento de un nuevo Gobierno de transición formado por un presidente y primer ministro interinos.
“Apenas se puede comer por los costos de los alimentos y este año no podré llevar a mis hijos a la escuela porque no puedo pagar la matrícula”, lamentó una manifestante en Bourdon.
Además, denunciaron la ola de violencia que sacude a esta capital a mano de los grupos armados, cuyos enfrentamientos provocaron más de 500 muertes este año, mientras decenas de miles fueron obligados a refugiarse con familiares o a vivir en sitios inadecuados.
“No podemos más”, dijo otro ciudadano portando una pancarta de “¡Aba La Lime!”, en referencia a la actual jefa de la Oficina Integrada de Naciones Unidas en el país.
Los manifestantes deploraron que los organismos internacionales dan apoyo al actual Gobierno sin tomar en consideración cuánto se deterioró la situación nacional bajo su gestión.
Estas protestas crecieron en las últimas semanas en medio de una marcada depreciación de la moneda nacional frente al dólar, que disparó los precios de los productos esenciales y la persistente crisis de combustible.
La víspera decenas de motociclistas se movilizaron en Petion Ville, al sudeste de la capital, con reclamos similares, y amenazaron con extender su movimiento a otras zonas de Puerto Príncipe.
Por su parte, obreros, estudiantes y sindicatos convocaron a una protesta masiva para el lunes y dieron un ultimátum al primer ministro para comenzar a ofrecer soluciones a la crisis del país.
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