El organismo de la nación que representa la cuarta economía de Asia tomó la medida para también evitar el riesgo de una desaceleración económica, según dijeron sus funcionarios en conferencia de prensa.
Lo anterior se traduce en posibles afectaciones a empresas que necesitan crédito para inversiones, al gobierno con urgencias de financiamiento del gasto público y a las personas que requieren préstamos para comprar una casa, un auto o financiar un gasto imprevisto como una intervención quirúrgica, señalaron expertos.
Al respecto, la institución bancaria reconoció con preocupación de que aumentos demasiado rápidos y drásticos de la tasa de política monetaria incrementarían la deuda de los hogares surcoreanos y obstaculizarían una posible recuperación económica.
El BOK precisó también que la inflación en el sur coreano continúa con una tendencia al alza por los altos precios energéticos y crecientes costos de las importaciones.
Los precios al consumidor, un barómetro clave de la inflación, aumentaron, el mes pasado, un 6,3 por ciento, lo que supone el ritmo de subida más rápido en casi 24 años, apuntó Yonhap.
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