«La construcción de paz nos exige dejar de ser indiferentes ante el dolor y la incertidumbre que viven cada día quienes les buscan», subrayó la UBPD, nacida del Acuerdo de Paz firmado en 2016 entre las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo y el gobierno de Juan Manuel Santos, en representación del Estado.
Señaló que el Estado tiene la obligación social, moral, ética y política de buscar y reparar a las víctimas de desaparición; pero esta labor no la puede hacer solo.
«La búsqueda es una tarea compleja que requiere la unión de la sociedad en su conjunto», enfatizó esta instancia, que dirige, coordina y contribuye a la búsqueda de personas dadas por desaparecidas en razón y en contexto del conflicto armado, ocurridas antes del primero de diciembre de 2016
De acuerdo con la directora de la UBPD, Luz Marina Monzón, «el Estado colombiano durante mucho tiempo postergó una respuesta coherente y adecuada a las víctimas que solicitan apoyo para buscar a sus familiares y que necesitan respuestas sobre qué pasó con sus seres queridos».
Detalló que existe un subregistro frente a la dimensión cuantitativa de la desaparición en Colombia.
Añadió que en una investigación que realizan, se habla de 99 mil 235 desaparecidos, y de ellos un poco más de 80 mil son desapariciones forzadas.
En un saludo a los familiares de estas personas desaparecidas que continúan la búsqueda, solos o en colectivos, enfatizó que el Estado colombiano tiene la obligación de apoyarles y acompañarles en este proceso de búsqueda.
El 21 de diciembre de 2010 la Asamblea General de la ONU expresó su preocupación, por el aumento de las desapariciones forzadas o involuntarias en diversas regiones del mundo y decidió declarar el 30 de agosto Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, que comenzó a observarse en 2011.
La ONU señaló que la desaparición forzada se usa a menudo como estrategia para infundir el terror en los ciudadanos y se ha convertido en un problema mundial que no afecta únicamente a una región concreta del mundo.
Las desapariciones forzadas, que en su día fueron principalmente el producto de las dictaduras militares, pueden perpetrarse hoy día en situaciones complejas de conflicto interno, especialmente como método de represión política de los oponentes, expresó el organismo multilateral.
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