Frente a ese escenario varios municipios de los Países Bajos pidieron al Gobierno que los exima temporalmente de las sanciones de la Unión Europea (UE) contra Moscú por su operación militar especial en Ucrania.
«La situación energética será muy, muy difícil para nosotros en el futuro. El reto es proporcionar electricidad a nuestros ciudadanos y empresas. No será fácil, hará falta unidad, pero estamos trabajando para que funcione», anunció Hoekstra a los periodistas en una reunión informal de ministros de Exteriores europeos.
Desde el inicio del conflicto en Ucrania, Occidente incrementó las penalidades sobre Rusia, lo que provocó un aumento de los precios de la electricidad, el combustible y los alimentos en Europa y Estados Unidos.
Las importaciones de gas natural licuado ruso de los Países Bajos registraron en los primeros seis meses de este año un alza del 57 por ciento, la mayor parte proveniente de Rusia y Estados Unidos, según datos de la Oficina Central de Estadística neerlandesa.
El volumen de ese combustible comprado a esos dos países se duplicó en comparación con el año pasado, de 2,1 mil millones de metros cúbicos a 4,1 mil millones de metros cúbicos, de los cuales el 35 por ciento procedente de la nación euroasiática, aseguró la entidad de estadísticas.
Durante el primer semestre del corriente, los Países Bajos consumieron 17 mil 600 millones de metros cúbicos de gas, un 25 por ciento menos que en la primera mitad de 2021.
Medios de prensa informaron que la ciudad holandesa de La Haya solicitará una exención temporal de las sanciones de la UE contra Rusia, hasta el 1 de enero de 2023, en tanto sea reemplazado el proveedor ruso de gas, Gazprom, aunque hasta ahora los intentos no resultaron exitosos.
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