Por tercer día consecutivo esta semana los ciudadanos tomaron las calles para criticar el agravamiento de la crisis nacional marcada por el aumento de los precios de los alimentos y otros productos básicos, además de los servicios esenciales.
En Jacmel la multitud coreaba “Nou pa kapab anko (No podemos más)” armados con ramas de árboles y otros implementos, mientras deploraban también los precios de la electricidad.
La Policía dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos, y algunos respondieron lanzando piedras, mientras otros levantaron barricadas de neumáticos en llamas. Al menos cuatro personas fueron arrestadas, de acuerdo con reportes de la prensa local.
Por su parte en Cabo Haitiano, en el extremo norte de Haití, ciudadanos bloquearon Rond-Point Samari, en la entrada este de la ciudad para protestar contra el incremento de las matrículas escolares y la depreciación de la moneda nacional que perdió un tercio de su valor de enero a agosto.
La víspera otra movilización en esa misma zona dejó al menos un fallecido y los residentes acusaron a agentes de la Unidad Departamental de Mantenimiento del Orden.
Desde la semana pasada, las protestas se multiplicaron en Haití que vive una profunda crisis multidimensional y la mayor tasa de inflación de la última década, de acuerdo con expertos.
Además de la crisis económica, también se agudizó la violencia de las pandillas responsables de cientos de muertes y secuestros en lo que va de año, mientras las fuerzas políticas continúan sin alcanzar acuerdos.
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